EL CONFLICTO DE BERLIN (1947-1989)
En el año 1947 se produce un
aumento de la tensión mundial entre las dos grandes superpotencias vencedoras
de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos y la Unión Soviética. Los EEUU
aprueban el plan Marshall en el marco de la doctrina Truman y la URSS prohíbe su
ingreso a su zona de influencia: la Europa del este.
Berlín al fin de la segunda
guerra queda dividido en cuatro zonas de ocupación militar (ver mapa), ante las
dificultades de abastecimiento los tres gobiernos occidentales (EEUU,
Inglaterra y Francia) deciden unificar el mando y las zonas de ocupación,
plantean además, establecer una moneda única (el nuevo franco). Stalin (primer
ministro de la URSS) considera que estas disposiciones violaban los acuerdos de
Potsdam y ordena el bloque de la ciudad (24 de mayo de 1948) que se extenderá
hasta mayo de 1949. Stalin esperaba con esta medida de fuerza que los
occidentales abandonaran la ciudad.
Truman (presidente de EEUU)
ordenó el abastecimiento aéreo de Berlín, lo que se conoce como el “puente
aéreo”. Los aviones de los EEUU abastecerían de alimentos, carbón, gasolina,
ropa, medicinas, papel, etc. A Berlín occidental ya que todos los accesos terrestres
estaban bloqueados por las tropas soviéticas. El puente aéreo fue una
exhibición logística que demostraba el poderío industrial de EEUU. Se
utilizaron dos aeropuertos para la salida (ubicados en la Alemania occidental)
para la salida de las mercancías y dos aeropuertos en el mismo Berlín para la
llegada de os productos. Se realizaron 700 vuelos diarios.
REPERCUSIONES.
·
El conflicto de Berlín aceleró el
proceso de formación de dos estados alemanes: la República Federal Alemana
(capital Bonn) con un sistema capitalista y democrático-liberal y la República Democrática
Alemana (capital Berlín oriental) con un sistema de tipo soviético.
·
En el plano internacional aceleró la
formación de alianzas militarles: la OTAN (1949) liderada por EEUU y el Pacto
de Varsovia liderado por la URSS.
EL MURO DE BERLIN
El 13 de agosto de 1961 la RDA
(Alemania comunista) con el apoyo logístico de la URSS, en un corto tiempo
levanta un muro que rodea a Berlín occidental
(Ver mapa). Se trataba de un complejo sistema de vallas metálicas, cables de
alarma, trincheras, alambres de púa, 30 bunkers y 300 torres de vigilancia.
La causa profunda de este hecho
debe enmarcarse en el conflicto ideológico de la guerra fría, comunismo
enfrentado al capitalismo (y viceversa).
La causa coyuntural es la decisión
de la Alemania comunista (RDA) de impedir que los berlineses ubicados en la
zona oriental crucen hacia Berlín Occidental. Se calcula que unos 19200 alemanes
en junio de 1961 cruzaron los pasos fronterizos hacia Berlín occidental. Ante la
pregunta de un periodista a Ulbricht, Presidente del Consejo de Estado de la
RDA, de que si se pensaba construir un muro divisorio, Ulbricht declaró: “nadie
tiene la intención de construir un muro”, la verdad es que ya existían
conversaciones con la URSS con el fin de su construcción, esta simple
declaración llevó a que 31.415 berlineses orientales cruzaran hacia Berlín
occidental.
La RDA denominó al muro como “Muro
de protección antifascista” ya que consideraba que protegía a la RDA contra la “inmigración,
el espionaje, el sabotaje, el contrabando, las ventas y la agresión de los
occidentales”.
El muro se convirtió en el
símbolo de la guerra fría, en una misma ciudad, ubicada en la RDA, de un lado, Berlín
occidental se desarrollaba la economía de mercado y se disfrutaban de las
libertades de la democracia representativa, y del otro lado, Berlín oriental se
vivía bajo una economía controlada por el Estado y un sistema de partido único.
Algunas familias berlinesas quedaron divididas por un muro de 45 km de largo,
siendo al inicio imposible la comunicación ni siquiera telefónica, entre 1963 y
1965 la RDA implemento el “sistema de pases” que hizo posible las visitas de
berlineses occidentales a familiares de la parte oriental de la ciudad.
REACCIONES DE LOS ALIADOS
El primer ministro de la RFA
(Alemania occidental), Konrad Adenauer, pidió calma a la población por radio y
prudencia, pero no pudo impedir la construcción del muro.
El presidente de EEUU, John F.
Kennedy declaró: “una solución poco elegante, aunque mil veces preferible a la
guerra”. El 11 de junio de 1963 Kennedy visita Berlín occidental y pronuncia un
discurso, argumentando:
“Hay mucha gente en el mundo
que realmente no comprende o dice que no lo comprende cuál es la gran
diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. Decidles que vengan a
Berlín. Hay algunos que dicen que el comunismo es el movimiento del futuro.
Decidles que vengan a Berlín…Y hay algunos pocos que dicen que es verdad que el
comunismo es un sistema diabólico pero que permite un progreso económico. Decidles
que vengan a Berlín.
La libertad tiene muchas
dificultades y la democracia no es perfecta. Pero nosotros no tenernos que
poner un muro para mantener a nuestro pueblo, para prevenir que ellos nos
dejen. Quiero decir en nombre de mis ciudadanos que viven a muchas millas de
distancia en el otro lado del Atlántico, que a pesar de esta distancia de
vosotros, ellos están orgullosos de lo que han hecho por vosotros, desde una
distancia en la historia en los últimos 18 años.
Mientras el muro es la más
obvia y viva demostración del fracaso del sistema comunista, todo el mundo
puede ver que no tenemos ninguna satisfacción en ello, para nosotros, como ha
dicho el Alcalde, es una ofensa no solo contra la historia, sino también una
ofensa contra la humanidad, separando familias, dividiendo maridos y esposas y
hermanos y hermanas y dividiendo a la gente que quiere vivir unida. ¿Cuál es la
verdad de esta ciudad de Alemania? La paz real en Europa nunca puede estar
asegurada mientras a un alemán de cada cuatro se le niega el elemental derecho
de ser un hombre libre, y que pueda elegir un camino libre.
En dieciocho años de paz y
buena confianza esta generación de alemanes ha percibido el derecho a ser
libre, incluyendo el derecho a la unión de sus familias, a la unión de su
nación en paz y buena voluntad con todos los pueblos. Vosotros vivís en una
defendida isla de libertad, pero vuestra vida es parte de lo más importante.
Permitirme preguntaros a vosotros como yo concluyo, elevando vuestros ojos por
encima de los peligros de hoy y las esperanzas de mañana, más allá de la
libertad meramente de esta ciudad de Berlín y todos los pueblos de Alemania
avanzan hacia la libertad, más allá del muro al día de la paz con justicia, más
allá de vosotros o nosotros de toda la humanidad.
La libertad es indivisible y
cuando un hombre es esclavizado ¿quién está libre? Cuando todos son libres,
ellos pueden mirar a ese día, cuando esta ciudad está reunida y este país y
este gran continente de Europa esté en paz y esperanza.
Cuando ese día finalmente
llegue y la gente del Berlín Occidental pueda tener una moderada satisfacción
en el hecho de que ellos están en la línea del frente casi dos décadas.
Todos los hombres libres,
dondequiera que ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por lo tanto, como
hombres libres, yo con orgullo digo estas palabras “Ich bin ein Berliner” (“Yo soy berlinés”)” John Kennedy.